Las ruinas de las basílicas de Agios Stefanos son consideradas las más grandiosas y las mejores preservadas, de todas las encontradas en la isla de Kos, Grecia. Al lado hay una paradisíaca playa de bandera azul.
Se estima que fueron construidas entre 469 y 554 después de Cristo, que fueron los 2 mayores terremotos registrados en la isla y fueron destruidas por este último.
Fueron construidas sobre piedra, con piedra caliza rojiza de origen local, con columnas de mármol blanco y capiteles jónicos.